María Teresa Freyre de Andrade y Escardó nació en San Agustín de la Florida, Estados Unidos, el 27 de enero de 1896. Provenía de noble cuna, de una familia deabolengo y estirpe patriótica. Su padre, Fernando Freyre de Andrade y Velásquez, fue abogado en ejercicio, veterano de la Guerra de Independencia con grados de Generaldel Ejército Libertador; contrajo matrimonio el 8 de diciembre de 1889, con Concepción Escardó y Pedro.
María Teresa se educó en un ambiente de amor a la patria, donde con frecuencia se recordaban los detalles de la guerra en que su familia participó. Después de varios títulos obtenidos en el extranjero, ninguno de ellos de nivel universitario, María Teresa,a la edad de 42 años, ingresó a la Universidad de La Habana.
En abril de 1930 fundó y dirigió la revista “Mañana” dirigida a los niños, con especial énfasis en la educación y formación de los más pequeños. En 1932, tras el asesinato de sus tíos Gonzalo, Leopoldo y Guillermo Freyre de Andrade a manos de los sicarios de la dictadura machadista, María Teresa se vio obligada a partir hacia el exilio.
En esta etapa de su vida, María Teresa desarrolló una amplia actividad contra el gobierno de Machado y publicó en 1933, junto a Enrique Martínez y en nombre del Comité de Jóvenes Revolucionarios Cubanos, el folleto —El terror en Cuba“, obra de acento antiimperialista donde denunció los horrores del régimen machadista y en particular el asesinato de sus tíos.
Al caer la dictadura de Machado, María Teresa regresó del exilio y poco después contrajo matrimonio con su primo, el médico José María Velásquez. En 1938, se graduó de la Ecole de Chartes con el Diplome Technique de Bibliothecaire.
A finales de los años 30, con una vocación bien definida, María Teresa empezó a desarrollar una serie de actividades relacionadas con las bibliotecas. Durante su vida, se vinculó con diversas asociaciones e instituciones, como la Comisión Nacional de Cooperación Intelectual, la Asociación Bibliotecaria Cubana, la Universidad de La Habana, el Lyceum Lawn Tennis Club, la Asociación Cubana de Bibliotecarios, la Asociación Nacional de Profesionales de Bibliotecas, la UNESCO, la Biblioteca Nacional. En todas estas organizaciones se destacó como difusora y defensora de la labor bibliotecaria. Su trabajo trascendió los límites de las bibliotecas, ella impartió conferencias, preparó cursos, realizó entrevistas para la prensa plana y radial, participó en congresos, publicó artículos en periódicos y revistas de la época. Escribió para el “Boletín Bibliotécnico“, primera publicación dedicada a esta especialidad que se editó en Cuba. Desde su regreso, María Teresa se incorporó a lamás prestigiosa sociedad femenina, el Lyceum Lawn Tennis Club, donde contribuyó a la apertura y quehacer de sus Biblioteca Pública y Juvenil, primeras de este tipo en el país.
Paralela a la labor mencionada, María Teresa mantuvo una intensa actividad política del lado de los que defendían las nobles causas, siempre en busca de una trinchera más para luchar por Cuba. Fue postulada como Senadora por el Partido del Pueblo Cubano (ortodoxo) en el año 1948 y sufrió prisión, en la cárcel de Guanabacoa, en varias ocasiones, después del asalto al Palacio Presidencial, según testimonio de su incondicional amiga Regla Peraza, quien la visitó en este lugar. Por la misma causa, María Teresa tuvo que asilarse en la Embajada de México; más tarde viajó de México hacia Francia.
Toda su vida, María Teresa la dedicó al estudio y desarrollo de las bibliotecas y de la cultura en general, fue una ferviente luchadora por su masividad y por el acceso a las bibliotecas de los sectores más humildes de la sociedad. Fundó escuelas para la formación bibliotecaria en momentos en que el país necesitaba de personal calificado para el desempeño de esta bella labor y demostró una preclara visión al priorizar la formación bibliotecaria, a la que siempre concedió una gran importancia.
Fue una ferviente promotora del libro y la lectura y abogó por la divulgación y generalización del servicio de bibliotecas populares y el bibliobús. A raíz del triunfo de la Revolución, asumió el cargo de Directora de la Biblioteca Nacional —José Martí“, y ello permitió materializar muchas de sus ideas, introducir en la práctica aquello que había aprendido en las bibliotecas del Lyceum y realizar importantes cambios, con repercusión nacional, en dicha institución y fuera de ésta.
Allí, ella trabajó hasta el 6 de febrero de 1967, fecha en que, por razones ajenas a su voluntad, tuvo que abandonar la institución que tanto amó. Tras una vida dedicada a su país y a su profesión, María Teresa falleció a las 7:20 a.m. el 20 de agosto de 1975.
Tomado de: “María Teresa Freyre de Andrade: fundadora de la
bibliotecología cubana”, Lic. Dania Montes de Oca Sánchez y MsC. Zoia Rivera. Rev. Acimed 2006; 14(3)